Si hay una palabra con la que se puede definir esta boda mediterránea de Estefanie y Fredie el pasado mes de agosto en el Convent de Blanes, es sencillez. La sencillez y la austeridad fueron la tónica general de esta boda mediterránea en la que los novios optaron por un entorno único, rodeado por el mar, en el municipio de Blanes, en la provincia catalana de Girona.
El Convent de Blanes marca el comienzo de la Costa Brava y se encuentra ubicado sobre el promontorio de Santa Anna con unas vistas espectaculares del pueblo y el mar. Poco había que añadir a este entorno para conseguir adornar una boda mediterránea en la que el espacio hablara por sí solo y, sin embargo, la decoración que se diseñó para el evento encajó con el escenario y ayudó a crear el ambiente mágico que los novios buscaban.
La decoración se trabajó con velas y ramas de olivo partiendo de la idea de sencillez pero buscando conseguir en la paredes del convento tonos cálidos y acogedores.
Para los centros de mesa diseñamos ramas de olivos de casi dos metros de altura en cada una de las mesas que aportaban al espacio un toque de elegancia y distinción.
En la parte trasera de la mesa presidencial se trabajó un pequeño arreglo para el que utilizamos una puerta y con el que se consiguió enmarcar a la pareja protagonista.
Por su parte, para el ramo de la novia se utilizaron rosas de jardín de color rosa y granate. Conseguimos componer un ramo muy orgánico y bastante grande, acorde con la estatura de la novia, que era bastante alta.
El catering de la boda estuvo a cargo de Jubany Events y las luces fueron diseñadas por Kamal Events. Por su parte, la Wedding planner fue Miriam Escriva.