Si hay una combinación de colores que consigue sacar el lado más romántico e inocente del amor es la que forma el blanco junto con el azul. Y es precisamente este efecto el que conseguimos cuando trabajamos la decoración de la boda de una pareja de novios ingleses que se casaron en La Finka 4.1, en la localidad de Alella, en Barcelona.
La Finka 4.1 cuenta con infinidad de espacios, tanto interiores como exteriores, que permiten organizar eventos de distinto carácter, modernos o clásicos, casual o elegante, que siempre resultan muy románticos y especiales. En el caso de esta pareja, la ceremonia se planteó en el jardín y la celebración se instaló en el invernadero dos de las zonas más interesantes del espacio.
Para decorar los ambientes, trabajamos con la flor de la paniculata blanca combinada con clavel blanco y aportando pequeños toques en azul para conseguir ese ambiente onírico y de romanticismo que andábamos buscando.
Para envolver la zona de los novios construimos dos nubes con la flor de la paniculata que enmarcaban el espacio de la ceremonia. Los novios se sentaron en dos sillones tapizados en tonos gris azulados y para los invitados se montaron sillas de madera en la misma gama cromática. Junto a los sillones de los novios instalamos una pequeña mesa de servicio sobre la que apoyamos unas velas blancas obteniendo un escenario muy orgánico, sencillo pero a la vez elegante.
Para el banquete en el espacio del invernadero trabajamos una decoración más tropical, jugando con los tonos verdes de las hojas del helecho y con plantas palmeraceas en los centros de las mesas. En los elementos de la vajilla también utilizamos los mismos tonos con platos en azul viejo no muy intenso que combinaban a la perfección con algunos toques del mismo color en el cristal de las copas.